Sa Foradada

Una de las cosas que más me gusta de la isla de Mallorca es la costa de poniente. Sus impresionantes acantilados y las laderas de la Serra de la Tramuntana cayendo hasta el mismísimo mar hacen de esta costa un lugar acojonante.

Esta vez nos acercamos hasta la casa del Archiduque de Austria Luis Salvador de Habsburgo, que el muy bribón supo elegir muy bien el lugar, Son Marroig. Está a medio camino entre Valldemosa y Deia, y ahí aparcamos el coche. Íbamos a bajar y visitar Sa Foradada, un impresionante saliente del acantilado con un gran agujero (Forat, de ahí el nombre del lugar).

Bajamos hacia sa Foradada(I)


Bajamos hacia sa Foradada(II)


Bajamos hacia sa Foradada(III)


Bajamos hacia sa Foradada(IV)


Sa Foradada (I)


Sa Foradada (II)


Sa Foradada (III)

Comenzamos junto a la posesión, pasando la vaya y tomando la pista pedregosa que baja dando grandes revueltas hasta el lugar donde la pequeña península se une a tierra.

Bajamos hacia sa Foradada(V)


Bajamos hacia sa Foradada(VI)


Bajamos hacia sa Foradada(VII)


Bajamos hacia sa Foradada(VIII)


Bajamos hacia sa Foradada(IX)


Bajamos hacia sa Foradada(X)


Bajamos hacia sa Foradada(XI)


Bajamos hacia sa Foradada(XII)


Bajamos hacia sa Foradada(XIII)

Recorrimos la parte final de la pista que bordea por la parte derecha un tramo del saliente hasta llegar a..... un restaurante/chiringuito!!!!. Estos mallorquines.... Dada la fecha en la que estábamos, estaba cerrado. La verdad es que el sitio es brutal. Por lo que me dijo mi amigo Pedro, es un lugar muy frecuentado por yates y barcos donde van a comer paella y ponerse ciegos a birras.

Frente al restaurante hay un pequeño istmo que tenemos que cruzar para alcanzar la península donde está el forat y la cima, donde hay un vértice geodésico.

Cormoranes


Cruzamos el istmo (I)


Cruzamos el istmo (II)


Cruzamos el istmo (III)


Cruzamos el istmo (IV)


Cruzamos el istmo (V)


Cruzamos el istmo (VI)

El camino a la cima comienza con una pequeña trepadita, fácil y sencilla, para luego ir buscando el mejor sendero entre piedras y garriga. Las vistas sobre los acantilados, las laderas de la Tramuntana y el mar son increíbles. En la cima se respira una gran sensación de libertad. Es una pasada.

Hacia la cima (I)


Hacia la cima (II)


Acantilados (I)


Acantilados (II)


Mirada atrás


Hacia la cima (III)


Acantilados (III)


Acantilados (IV)


Hacia la cima (IV)


Cima (I)


Cima (II)


Cima (III)


Cima (IV)


Vista desde la cima (I)


Vista desde la cima (II)

Tras las fotos de rigor, volvimos brevemente sobre nuestros pasos y en vez de bajar de nuevo al istmo, giramos bruscamente hacia la derecha. íbamos a bajar al forat. El descenso es bastante peliagudo. No es especialmente difícil desde el punto de vista técnico, siempre y cuando se esté acostumbrado a trepar y destrepar, pero es terriblemente expuesto, y por lo tanto potencialmente mortal. Téngase en cuenta este detalle.

Hacia el forat (I)


Hacia el forat (II)


Hacia el forat (III)


Hacia el forat (IV)


Hacia el forat (V)


Hacia el forat (VI)


Hacia el forat (VII)


Hacia el forat (VIII)


Hacia el forat (IX)


Hacia el forat (X)


Hacia el forat (XI)


Hacia el forat (XII)

El agujero es impresionante. Más grande de lo que parece desde lejos. Una maravilla de la naturaleza esculpido por el mar, el viento y el salitre.

En el forat (I)


En el forat (II)


En el forat (III)


En el forat (IV)


En el forat (V)

Se hacía tarde y había que regresar, remontar el acantilado expuesto para salir del forat, atravesar el pequeño istmo y remontar la pista hasta el coche.

Para los románticos le recomiendo que paren en el bar que hay al lado de Son Marroig y disfruten del atardecer desde su terraza superior. Es una pasada...

(Alguna de las fotos son de Pedro)

De regreso (I)


De regreso (II)


De regreso (III)


De regreso (IV)


De regreso (V)


De regreso (VI)


De regreso (VII)


De regreso (VIII)


De regreso (IX)


De regreso (X)